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Lectura de Hoy

30-11-2023

Devocional

Devocional: Miqueas 5

Si la visión de Miqueas 4 con miras al futuro no incluye ninguna descripción de un Mesías venidero, los versículos de apertura de Miqueas 5 enderezan el equilibrio. El capítulo comienza con una triste descripción de Jerusalén y su rey (5:1). Probablemente, es una alusión histórica a la invasión de los asirios, con Senaquerib al mando, en el 701 a.C. Aunque, en la providencia de Dios, Jerusalén resistió, las demás ciudades amuralladas de Judá fueron invadidas, y el rey Ezequías fue humillado y casi derrocado. Lo ideal era que el rey del linaje de David aplacara la rebelión y el desorden “con puño de hierro” (Salmo 2); debía fomentar la justicia golpeando con la vara de su boca (Isaías 11:4). Con todo, aquí golpean “con vara” “en la mejilla al gobernante de Israel” (5:1).

Pero la dinastía sobrevive. Sin describir los pasos intermedios, el profeta Miqueas está pensando en otro rey del linaje davídico (5:2-4). Surge de Belén Efrata, hogar ancestral de David, lugar de nacimiento de su dinastía. Desde este pueblo, Dios dice: “Saldrá el que gobernará a Israel; sus orígenes se remontan hasta la antigüedad, hasta tiempos inmemoriales” (5:2). Este lenguaje no afirma la preexistencia eterna de esta figura mesiánica (aunque, por supuesto, no la niega). Más bien, el glorioso proyecto se basa en el pasado, en la antigua dinastía de David. Cuando este rey tome el cetro, será para “pastorearlos” no con la fuerza incierta de Ezequías ni de ningún otro rey que le preceda en la línea, sino “con el poder del Señor y en la majestad del nombre del Señor su Dios” (5:49. Y, en su momento, “dominará hasta los confines de la tierra” y la paz segura descrita en el capítulo anterior llegará (5:4-5).

Por tanto, en la plenitud del tiempo, Dios organizó los asuntos internacionales para asegurarse de que Jesús no naciera en Nazaret, la residencia de María y José, sino en Belén, su hogar ancestral (Lucas 2). Fue casi como si el Dios Todopoderoso caminara una segunda milla: no solo se diría que Jesús “según la naturaleza humana era descendiente de David” (Romanos 1:3) y, por tanto, un renuevo de Belén, sino que en realidad había nacido allí. De hecho, cuando los Magos llegaron a la corte de Herodes para preguntar si había nacido el Rey prometido, los principales sacerdotes y maestros de la ley citaron este pasaje en Miqueas 5 para resolver el asunto: nacería en Belén de Judea (Mateo 2:5-6). Aunque la aldea de Belén no era en absoluto atractiva (“pequeña entre las tribus de Judá”, 5:2), con un hijo como este no podría considerarse “de ninguna manera la menor entre los principales de Judá” (Mateo 2.6).

Este devocional es un extracto de Por amor a Dios, Volumen II, por Donald A. Carson © Publicaciones Andamio, 2016. Usado con permiso.

Devocional: 1 Crónicas 28

Ya hemos observado que 1 y 2 Crónicas son diferentes de los libros de Samuel y de Reyes (aunque las Crónicas cubren aproximadamente el mismo período de la historia que Samuel y Reyes) porque le pone mucho más énfasis al reino del sur, Judá, una vez se divide la monarquía. Aun en esta coyuntura, sin embargo, durante el período de la monarquía unida, 1 y 2 Crónicas expanden enormemente todo lo que tenga que ver con el templo.

En este marco, 1 Crónicas 28 revela un poco más de detalle, no sólo de la transferencia de poder de David a Salomón, sino del origen de los planes del templo. Sobre esto último, David insta al pueblo a servir bien a Salomón; exhorta a Salomón a servir a Dios el Señor con todo su corazón: “pues el Señor escudriña todo corazón y discierne todo pensamiento. Si lo buscas, te permitirá que lo encuentres; si lo abandonas, te rechazará para siempre” (28:9). En particular, David encomienda a Salomón la construcción del templo, para la cual David mismo había hecho una gran provisión (29:10, 20-21). No se informa nada sobre el intento de Adonías, hijo de David, de usurpar el trono antes de que Salomón fuera coronado, ni de la manera como Betsabé protegió estratégicamente a su hijo Salomón (1 Reyes 1); nada se menciona sobre la sustancial lista de otras disposiciones que David le dejó a Salomón (1 Reyes 2). Todo el énfasis aquí es sobre el traslado de poder y cómo afecta a la construcción del templo.

Hay un nuevo elemento de crucial importancia. Se nos dice que David le dio a Salomón “También le entregó el diseño de todo lo que había planeado para los atrios del templo del Señor, para los cuartos de alrededor, para los tesoros del templo de Dios y para los depósitos de las ofrendas sagradas” (28:12), así como las divisiones de los sacerdotes y levitas, la cantidad de oro o plata que debía utilizar en los instrumentos y otras cosas más (28:13-17). Sobre todo, “también le dio el diseño de la carroza y de los querubines que cubren con sus alas extendidas el arca del pacto del Señor” (28:18) en el Lugar Santísimo. “Todo esto —dijo David— ha sido escrito por revelación del Señor, para darme a conocer el diseño de las obras” (28:19).

Esta es la contrapartida al énfasis constante de Éxodo sobre el hecho de que Moisés y sus colaboradores construyeron el tabernáculo en cumplimiento exacto de los planos que Moisés recibió en el monte. Luego, esto se recoge en Hebreos 8:5, demostrándose que el tabernáculo era sólo una copia de un original mayor (ver la meditación del 14 de marzo). Implícitamente, el mismo cuidado se emplea en la construcción del templo y esta vez, David sirve de mediador en vez de Moisés.

1 Crónicas 28

Instrucciones de David tocante al templo

28 David reunió en Jerusalén a todos los oficiales de Israel, los jefes de las tribus, los capitanes de las divisiones que servían al rey, los capitanes de millares, los capitanes de centenas y los administradores de toda la hacienda y del ganado del rey y de sus hijos, con los oficiales y los poderosos, es decir, a todos los hombres valientes. Entonces el rey David se puso en pie y dijo: «Escúchenme, hermanos míos y pueblo mío. Yo había pensado edificar una casa permanente para el arca del pacto del SEÑOR y para estrado de nuestro Dios. Así que había hecho arreglos para edificarlaPero Dios me dijo: “No edificarás casa a Mi nombre, porque eres hombre de guerra y has derramado mucha sangre”.

»Sin embargo, el SEÑOR, Dios de Israel, me escogió de toda la casa de mi padre para ser rey de Israel para siempre. Porque Él escogió a Judá para ser jefe; y de la casa de Judá, la casa de mi padre; y entre los hijos de mi padre, Él se agradó de mí para hacerme rey sobre todo Israel. Y de todos mis hijos (porque el SEÑOR me ha dado muchos hijos), Él ha escogido a mi hijo Salomón para que se siente en el trono del reino del SEÑOR sobre Israel. Y Él me dijo: “Tu hijo Salomón es quien edificará Mi casa y Mis atrios; porque lo he escogido por hijo Mío, y Yo le seré por padre. Estableceré su reino para siempre si se mantiene firme en cumplir Mis mandamientos y Mis ordenanzas, como en este día”. De manera que ahora, en presencia de todo Israel, asamblea del SEÑOR, y a oídos de nuestro Dios, guarden y busquen todos los mandamientos del SEÑOR su Dios para que posean la buena tierra y la dejen como heredad a sus hijos después de ustedes para siempre.

»En cuanto a ti, Salomón, hijo mío, reconoce al Dios de tu padre, y sírvele de todo corazón y con ánimo dispuesto; porque el SEÑOR escudriña todos los corazones, y entiende todo intento de los pensamientos. Si lo buscas, Él te dejará que lo encuentres; pero si lo abandonas, Él te rechazará para siempre. 10 Ahora pues, considera que el SEÑOR te ha escogido para edificar una casa para el santuario; esfuérzate y hazla».

11 Entonces David dio a su hijo Salomón el plano del pórtico del templo, de sus edificios, almacenes, aposentos altos, cámaras interiores y del lugar del propiciatorio. 12 También le dio el plano de todo lo que tenía en mente para los atrios de la casa del SEÑOR y para todas las cámaras alrededor, para los almacenes de la casa de Dios y para los almacenes de las cosas consagradas; 13 también para las clases de los sacerdotes y de los levitas y para toda la obra del servicio de la casa del SEÑOR y para todos los utensilios del servicio en la casa del SEÑOR. 14 Para los utensilios de oro, le dio el peso del oro para todos los utensilios para toda clase de servicio; para los utensilios de plata, el peso de la plata para todos los utensilios para toda clase de servicio.

15 David le dio también el peso del oro para los candelabros de oro y sus lámparas de oro, con el peso de cada candelabro y sus lámparas; y el peso de la plata para los candelabros de plata, con el peso de cada candelabro y sus lámparas conforme al uso de cada candelabro. 16 Para cada mesa, le dio el oro por peso para las mesas de los panes de la proposición, y la plata para las mesas de plata; 17 y los garfios, los tazones, y los jarros de oro puro; y para las tazas de oro con el peso de cada taza; y para las tazas de plata con el peso de cada taza; 18 y oro acrisolado por peso para el altar del incienso; y oro para el diseño del carro, es decir, de los querubines, que extendían sus alas y cubrían el arca del pacto del SEÑOR. 19 «Todo esto», dijo David, «me fue trazado por mano del SEÑOR, haciéndome entender todos los detalles del diseño».

20 Entonces David dijo a su hijo Salomón: «Esfuérzate, sé valiente y haz la obra; no temas ni te acobardes, porque el SEÑOR Dios, mi Dios, está contigo. Él no te fallará ni te abandonará, hasta que toda la obra del servicio de la casa del SEÑOR sea acabada. 21 Y tú tienes las clases de los sacerdotes y los levitas para todo el servicio de la casa de Dios; y todo voluntario con alguna habilidad estará contigo en toda la obra para toda clase de servicio. También los oficiales y todo el pueblo estarán completamente a tus órdenes».

2 Pedro 2

Profetas y maestros falsos

2 Pero se levantaron falsos profetas entre el pueblo, así como habrá también falsos maestros entre ustedes, los cuales encubiertamente introducirán herejías destructoras, negando incluso al Señor que los compró, trayendo sobre sí una destrucción repentina. Muchos seguirán su sensualidad, y por causa de ellos, el camino de la verdad será blasfemado. En su avaricia los explotarán con palabras falsas. El juicio de ellos, desde hace mucho tiempo no está ocioso, ni su perdición dormida.

Porque Dios no perdonó a los ángeles cuando pecaron, sino que los arrojó al infierno y los entregó a fosos de tinieblas, reservados para juicio. Tampoco perdonó al mundo antiguo, sino que guardó a Noé, un predicador de justicia, con otros siete, cuando trajo el diluvio sobre el mundo de los impíos. También condenó a la destrucción las ciudades de Sodoma y Gomorra, reduciéndolas a cenizas, poniéndolas de ejemplo para los que habrían de vivir impíamente después. Además rescató al justo Lot, abrumado por la conducta sensual de hombres libertinos (porque ese justo, por lo que veía y oía mientras vivía entre ellos, diariamente sentía su alma justa atormentada por las iniquidades de ellos).

El Señor, pues, sabe rescatar de tentación a los piadosos, y reservar a los injustos bajo castigo para el día del juicio, 10 especialmente a los que andan tras la carne en sus deseos corrompidos y desprecian la autoridad. Atrevidos y obstinados, no tiemblan cuando blasfeman de las majestades angélicas, 11 cuando los ángeles, que son mayores en fuerza y en potencia, no pronuncian juicio injurioso contra ellos delante del Señor.

12 Pero estos, como animales irracionales, nacidos como criaturas de instinto para ser capturados y destruidos, blasfemando de lo que ignoran, serán también destruidos con la destrucción de esas criaturas, 13 sufriendo el mal como pago de su iniquidad. Cuentan por deleite andar en placeres disolutos durante el día. Son manchas e inmundicias, deleitándose en sus engaños mientras banquetean con ustedes. 14 Tienen los ojos llenos de adulterio y nunca cesan de pecar. Seducen a las almas inestables. Tienen un corazón ejercitado en la avaricia; son hijos de maldición.

15 Abandonando el camino recto, se han extraviado, siguiendo el camino de Balaam, el hijo de Beor, quien amó el pago de la iniquidad, 16 pero fue reprendido por su transgresión, pues una muda bestia de carga, hablando con voz humana, reprimió la locura del profeta. 17 Estos son manantiales sin agua, bruma impulsada por una tormenta, para quienes está reservada la oscuridad de las tinieblas. 18 Pues hablando con arrogancia y vanidad, seducen mediante deseos carnales, por sensualidad, a los que hace poco escaparon de los que viven en el error. 19 Les prometen libertad, mientras que ellos mismos son esclavos de la corrupción, pues uno es esclavo de aquello que lo ha vencido.

20 Porque si después de haber escapado de las contaminaciones del mundo por el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo, de nuevo son enredados en ellas y vencidos, su condición postrera viene a ser peor que la primera. 21 Pues hubiera sido mejor para ellos no haber conocido el camino de la justicia, que habiéndolo conocido, apartarse del santo mandamiento que les fue dado. 22 Les ha sucedido a ellos según el proverbio verdadero: «EL PERRO VUELVE A SU PROPIO VÓMITO», y: «La puerca lavada, vuelve a revolcarse en el cieno».

Miqueas 5

Reinado del libertador

5 Reúne ahora tus tropas, hija de guerreros; Han puesto sitio contra nosotros. Con una vara herirán en la mejilla al juez de Israel. Pero tú, Belén Efrata, Aunque eres pequeña entre las familias de Judá, De ti me saldrá el que ha de ser gobernante en Israel. Y sus orígenes son desde tiempos antiguos, Desde los días de la eternidad. Por tanto, Él los abandonará hasta el tiempo En que dé a luz la que ha de dar a luz. Entonces el resto de sus hermanos Volverá a los israelitas. Y Él se afirmará y pastoreará Su rebaño Con el poder del SEÑOR, Con la majestad del nombre del SEÑOR Su Dios. Y permanecerán, Porque en aquel tiempo Él será engrandecido Hasta los confines de la tierra. Él será nuestra paz. Cuando el asirio invada nuestra tierra, Y cuando pisotee nuestros palacios, Levantaremos contra él Siete pastores y ocho príncipes del pueblo. Y ellos pastorearán la tierra de Asiria con espada, La tierra de Nimrod en sus puertas; Él nos librará del asirio Cuando invada nuestra tierra Y pisotee nuestro territorio.

Entonces el remanente de Jacob, En medio de muchos pueblos, Será como rocío que viene del SEÑOR, Como lluvias sobre la hierba Que no espera al hombre Ni aguarda a los hijos de los hombres. El remanente de Jacob Será entre las naciones, En medio de muchos pueblos, Como león entre las fieras de la selva, Como leoncillo entre los rebaños de ovejas, Que si pasa, Pisotea y desgarra, Y no hay quien libre. Se alzará tu mano contra tus adversarios, Y todos tus enemigos serán exterminados.

10 «Y sucederá en aquel día», declara el SEÑOR, «Que exterminaré tus caballos de en medio de ti, También destruiré tus carros. 11 Exterminaré además las ciudades de tu tierra, Y derribaré todas tus fortalezas. 12 Exterminaré las hechicerías de tu mano, Y no tendrás más adivinos. 13 Exterminaré tus imágenes talladas Y tus pilares sagrados de en medio de ti, Y ya no te postrarás más Ante la obra de tus manos. 14 Arrancaré tus Aseras de en medio de ti, Y destruiré tus ciudades. 15 Y con ira y furor tomaré venganza De las naciones que no obedecieron».

Lucas 14

Jesús sana otra vez en día de reposo

14 Y aconteció que un día de reposo, Jesús entró para comer en casa de uno de los principales de los fariseos, y ellos lo estaban observando cuidadosamente. Y allí, frente a Él, estaba un hombre hidrópico. Dirigiéndose Jesús a los intérpretes de la ley y a los fariseos, les dijo: «¿Es lícito sanar en el día de reposo, o no?».

Pero ellos guardaron silencio. Y Él, tomando al hombre de la mano, lo sanó y lo despidió. Y a ellos les dijo: «¿A quién de ustedes, si se le cae un hijo o un buey en un hoyo en día de reposo, no lo saca inmediatamente?».

Y no le pudieron responder a esto.

Lección sobre la humildad

Jesús comenzó a referir una parábola a los invitados, cuando advirtió cómo escogían los lugares de honor en la mesa«Cuando seas invitado por alguien a un banquete de bodas, no tomes el lugar de honor, no sea que él haya invitado a otro más distinguido que tú, y viniendo el que te invitó a ti y a él, te diga: “Dale el lugar a este”; y entonces, avergonzado, tengas que irte al último lugar. 10 Sino que cuando seas invitado, ve y siéntate en el último lugar, para que cuando llegue el que te invitó, te diga: “Amigo, ven más adelante”; entonces serás honrado delante de todos los que se sientan a la mesa contigo. 11 Porque todo el que se engrandece, será humillado; y el que se humille será engrandecido».

12 Jesús dijo también al que lo había convidado: «Cuando ofrezcas una comida o una cena, no llames a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a tus vecinos ricos, no sea que ellos a su vez también te conviden y tengas ya tu recompensa. 13 Antes bien, cuando ofrezcas un banquete, llama a pobres, mancos, cojos, ciegos, 14 y serás bienaventurado, ya que ellos no tienen para recompensarte; pues tú serás recompensado en la resurrección de los justos».

Parábola de la gran cena

15 Cuando uno de los que estaban sentados con Él a la mesa oyó esto, le dijo: «¡Bienaventurado todo el que coma pan en el reino de Dios!». 16 Pero Jesús le dijo: «Cierto hombre dio una gran cena, e invitó a muchos. 17 A la hora de la cena envió a su siervo a decir a los que habían sido invitados: “Vengan, porque ya todo está preparado”. 18 Pero todos a una comenzaron a excusarse. El primero le dijo: “He comprado un terreno y necesito ir a verlo; te ruego que me excuses”. 19 Otro dijo: “He comprado cinco yuntas de bueyes y voy a probarlos; te ruego que me excuses”. 20 También otro dijo: “Me he casado, y por eso no puedo ir”.

21 »Cuando el siervo regresó, informó de todo esto a su señor. Entonces, enojado el dueño de la casa, dijo a su siervo: “Sal enseguida por las calles y callejones de la ciudad, y trae acá a los pobres, los mancos, los ciegos y los cojos”. 22 Y el siervo dijo: “Señor, se ha hecho lo que usted ordenó, y todavía hay lugar”. 23 Entonces el señor dijo al siervo: “Sal a los caminos y por los cercados, y oblígalos a entrar para que se llene mi casa. 24 Porque les digo que ninguno de aquellos hombres que fueron invitados probará mi cena”».

El costo del discipulado

25 Grandes multitudes acompañaban a Jesús; y Él, volviéndose, les dijo: 26 «Si alguien viene a Mí, y no aborrece a su padre y madre, a su mujer e hijos, a sus hermanos y hermanas, y aun hasta su propia vida, no puede ser Mi discípulo. 27 El que no carga su cruz y me sigue, no puede ser Mi discípulo.

28 »Porque, ¿quién de ustedes, deseando edificar una torre, no se sienta primero y calcula el costo, para ver si tiene lo suficiente para terminarla? 29 No sea que cuando haya echado los cimientos y no pueda terminar, todos los que lo vean comiencen a burlarse de él, 30 diciendo: “Este hombre comenzó a edificar y no pudo terminar”.

31 »¿O qué rey, cuando sale al encuentro de otro rey para la batalla, no se sienta primero y delibera si con 10,000 hombres es bastante fuerte para enfrentarse al que viene contra él con 20,000? 32 Y si no, cuando el otro todavía está lejos, le envía una delegación y pide condiciones de paz. 33 Así pues, cualquiera de ustedes que no renuncie a todas sus posesiones, no puede ser Mi discípulo.

34 »Por tanto, buena es la sal, pero si aún la sal ha perdido su sabor, ¿con qué será sazonada? 35 No es útil ni para la tierra ni para el montón de abono; la arrojan fuera. El que tenga oídos para oír, que oiga».

Nueva Biblia de las Américas Copyright © 2005 por The Lockman Foundation, La Habra, California. Todos los derechos reservados. Para más información, visita www.exploranbla.com

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